Rescate de Animales
¡Tú también puedes hacer la diferencia!
Por: Julissa Suárez
Como todos los domingos, me había quedado embelesada frente al televisor en compañía de mi madre y mis hermanos. Mientras tanto mi perro “Max” jugueteaba inocentemente con mi gata “Duquesa”. Ambos son cruzados, o como dirían al otro lado de la cordillera andina, “runas” y llegaron por pura casualidad a nuestra vida.
Justamente acababa de reflexionar en esto, cuando un reportaje sobre un refugio de animales llamó mi atención. Se trataba del Centro de Adaptación “Tanda” del PAE (Protección Animal Ecuador) ubicado al Suroeste de Quito; por una orden legal les habían solicitado el desalojo de esa propiedad, debido a que los vecinos se habían quejado a las autoridades por el “insoportable bullicio” que los perros provocaban en ese sector. Y la verdad no me imagino ser vecina de más de 80 de estos amiguitos. El caso definitivamente se resolvió con el traslado del centro a otro sector de la capital.
PAE tiene varias filiales en el país en ciudades como Ambato, Santa Elena, Ibarra, Latacunga, Quevedo y Baños de Santa Agua. Siendo pioneros en la defensa de los animales, están afiliados a World Society for the Protection of Animals (WSPA) y a Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA).
El centro promueve actualmente el programa de control de población canina y felina, que plantea la esterilización como solución. La medida nace de la necesidad de evitar la proliferación de animales callejeros (37957 mil animalitos aproximadamente) que trae consigo zoonosis (enfermedad o infección que se da en los animales y que es transmisible al hombre en condiciones naturales) y focos de infección; su vigencia fue posible gracias a un acuerdo interministerial para la Tenencia Responsable de Perros.
Originalmente, este papel lo desempeñaba el Ministerio de Salud, pero en febrero de 2007 se expidió un nuevo reglamento en la Ley Orgánica de Salud, art 123 que establece que el control de esta labor queda bajo la tutela de los municipios. Sin embargo, los organismos pertinentes argumentan que no se ha podido cumplir con ello, porque su labor era el de inscripción y registro de animales, y con el decreto se vieron obligados a realizar una reestructuración. La Unidad Epidemiólogica de Quito, por ejemplo, explica que la crisis pandémica de la gripe AH1N1 hizo aún más complicada su tarea.
No olvidemos que estos organismos reforzaron su tarea desde la epidemia de rabia del ’96 que afecto al 12% de la población canina.
Nos remontamos a estos datos porque es importante que sepamos que organismos estatales deben controlar el creciente número de animales callejeros en el país. Hace poco, en Cotopaxi se planteó la posibilidad inminente de matar a los perros callejeros, inyectándoles o dándoles en la comida sulfato de estrictinina, sustancia que provoca convulsiones en los canes, además de sufrimiento en su agonía; una ‘solución’ repudiable e inhumana que ha sido condenada por organizaciones defensoras de los animales como PAE, proponiendo en vez de ello una campaña de esterilización inmediata y masiva.
Matar a un perro está penado por la ley con un año de cárcel y 5 salarios mínimos vitales. Según la ley, no es delito matar a un perro si se lo considera un acto de piedad, pero esto debe ser constatado por un profesional autorizado.
En vista de ello, PAE, tiene clínicas propias y particulares que están encargadas de efectuar la esterilización u otros tratamientos como vacunación, desparasitación, profilaxis, cirugías menores y mayores; cada una tiene un procedimiento y un costo que va desde los $30,00, en el caso de esterilización.
Si tu mascota necesita una cirugía puedes llamar a a estos teléfonos: 02 331 7777 ext 16 o 02 331 9522 en Quito para obtener una cita, en dónde se evaluará el estado de tu mascota y se programará la operación.
También te puedes acercar al centro PAE de tu ciudad.
También PAE impulsa el ‘911 Canino’ y ‘No más Patitas Azules en las Vías’ para enfrentar el abuso que estos seres abandonados sufren en las calles.
Espero que todos estos datos te sirvan para estar informado, y saber que existen códigos y leyes que protegen a tu mascota. Si la tienes, ámala y cuídala; si no tienes una, y quieres adoptar, decídete por las que tienen en los albergues de rescate de estas fundaciones. ¡Tú también puedes hacer la diferencia!
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