29 ago 2010

COBERTURA

ENTREVISTA A LA PERIODISTA Y CATEDRÁTICA BEATRIZ VALLEJO


Por: Julissa Suárez

En el gobierno del ex presidente León Febres Cordero se presentó una guerrilla que fue duramente aniquilada; hoy este hecho toma parte en uno de los debates más importantes del país: violación a los derechos humanos.

Beatriz Vallejo; guayaquileña de nacimiento, se graduó como periodista de la Universidad de Guayaquil en 1980, y desde entonces ha trabajado en varios medios de comunicación y hecho tres maestrías en el campo investigativo de la comunicación. Ella nos cuenta desde su experiencia qué fue lo que realmente sucedió con el grupo subversivo Alfaro Vive en el gobierno de León Febres Cordero; y su apreciación del informe de la Comisión de la Verdad.





Con respecto a los reportajes y noticias que cubrió del movimiento Alfaro Vive Carajo, ¿cuáles fueron las más relevantes?


Hubo muchas coberturas; por ejemplo, ellos comenzaron haciendo estallar bombas panfletarias, las que se atribuían a través de comunicados; éstas periodísticamente eran mínimas. Posteriormente el caso que sí llamó la atención al país fue el secuestro de Nahim Isaías. Me tocó hacer la cobertura de la noticia, así que fui con un grupo de periodistas a la zona, la misma que estaba cercada por la policía cuatro cuadras a la redonda; nadie podía pasar. Una reportera de Diario Expreso y yo logramos llegar a una casa que se encontraba a una cuadra del hecho. Allí nos quedamos toda la noche y las primeras horas de la mañana. Solamente podíamos ver la casa del secuestro y observar lo que sucedía, hasta que los militares nos descubrieron y nos sacaron con las armas apuntando nuestras espaldas.

El lugar permaneció rodeado cuatro días, por altos comandos de élite de la marina, otros grupos de la policía y el ejército. Hasta que una madrugada, la noticia era que la casa había sido completamente abaleada. Habían entrado a través de un operativo que ellos llaman asalto, y lazaron fuego indiscriminadamente. Todos los que estaban dentro de la casa murieron incluyendo el rehén que era Nahim Isaías. Posteriormente la policía nos llevó a los periodistas a hacer un recorrido al lugar, había tantos balazos en las paredes, que nos preguntábamos si realmente se quiso salvar o rescatar con vida al rehén; pues ante una lluvia de balas era físicamente imposible.

¿Existió alguna negativa del gobierno ante las negociaciones para la liberación de Isaías?

Hubo un comentario, que no salió en la prensa; era que los sobrinos del señor Isaías habían llegado al lugar del secuestro con un maletín lleno de dinero para tranzar la liberación de su tío. Pero la orden del presidente León Febres Cordero, era que no se negociaba con guerrilleros. Desde ése punto, o realmente los sobrinos quisieron el intercambio del rehén y el presidente no los dejó; o implícitamente, y ésta es una opinión muy personal, el señor Isaías no tenía ni hijos ni esposa, y su fortuna por ende iba a pasar a manos de sus sobrinos…

Es un poco contradictorio lo que el SIC dice, al mencionar que Febres Codero dio la orden de asalto con la familia Isaías a lado.

Claro, eso es lo que muchos periodistas decimos; pero lo cierto es que el señor Isaías no tenía ni hijos ni esposa, éste es el vínculo familiar más cercano que se puede tener. Ademas, estamos hablando de un presidente (Febres Cordero) con un temperamento muy fuerte. Lo de los familiares sigue siendo muy delicado aún, pues ¿hasta qué punto somos capaces los seres humanos de sacrificar por dinero, una vida, un familiar? Habría que pensarlo bien, tratar de investigar; los hermanos Isaías aún están vivos, pero no sé si ya han reaccionado con respecto a éste tema.

Sin embargo, existe un odio de la familia Isaías hacia el fallecido Febres Cordero.

Sí, tanto que después de lo ocurrido, al señor Isaías se lo sepultó al comienzo de la puerta tres, y en ella se puso una especie de letrero haciendo alusión a que Febres Codero lo había mandado a asesinar. Y queda otra duda, ¿hasta qué punto pudo Febres Cordero como presidente haber salvado la vida de Nahim Isaías?


Usted trabajó en aquella época en radio CRE, la misma que era de oposición al gobierno de Febres Cordero, ¿cómo trataba la radio el tema de la guerrilla?

Personalmente y como reportera tuve muchos contactos con algunos altos miembros del AVC. Mucho después del caso Isaías, hubo un secuestro a varios periodistas, entre los que se encontraban; un periodista de El Universo, otro de radio Nacional y yo de Radio CRE.
Nos “secuestraron” en el aeropuerto y nos vendaron para llevarnos a una rueda de prensa. Luego de circular en un vehículo terminamos en una casa de construcción mixta cuya ubicación nunca supe. Nos removieron las vendas y casi toda la sala estaba en penumbras. Allí se encontraban tres miembros del AVC encapuchados con las armas a lado. Había transcurrido desde las siete de la mañana hasta las cuatro de la tarde que más o menos nos liberaron. Durante ese tiempo, miembros del ACV se habían encargado de llamar a todos los medios y decir que a tales periodistas los tenían secuestrados.

El temor que nos entró, cuando estábamos en ése lugar, era que entre la policía, ataquen la casa y nos maten a todos. Para cuando salimos del lugar, vendados otra vez, la policía ya estaba tras nuestro rastro para investigarnos.

En aquélla época, ¿cómo mostraban los medios las medidas que tomaba Febres Cordero para desmantelar y aniquilar la guerrilla?

Febres Cordero no contralaba tanto los medios, como quizá lo estamos viendo ahora; existían medios gobiernistas y de oposición como era mi caso. Pero lo que sí llamaba la atención era que en ciertos medios y sobre todo en la televisión, empezó a salir una campaña de comunicación que decía: “se busca, vivos o muertos” junto a una lista de todos los guerrilleros con sus fotografías. Más o menos al estilo Oeste. Y realmente algunos comenzaron a aparecer muertos. Recuerdo que eran 5 millones de sucres como recompensa a quien diera datos. Si derechos humanos lo puede interpretar y lo interpreto yo, en ésa época y ahora, como un irrespeto a la vida y a lo humano.

Según su perspectiva como periodista; ¿existió realmente una violación masiva a los derechos humanos?

Todos vivíamos momentos de temor por el irrespeto que existía de parte de Febres Cordero, uno salía a las calles, veía a los militares y se asustaba; porque sabíamos lo que estaba sucediendo y sabíamos que Febres Cordero era muy drástico. En su gobierno no se permitía a nadie con una idea de oposición, de guerrilla o de carácter subversivo. Fue una época difícil, sobre todo para los que teníamos algún vínculo con el grupo, como éramos muchos periodistas.

Pongo de ejemplo el caso de una profesora española: Marina Carasso; quien fue tomada y torturada por la policía y luego deportada a España. Se hablaba de que el gobierno había contratado a un grupo de torturadores israelís para dar entrenamiento a la policía de Inteligencia. Otro caso fue el de la profesora Consuelo Benavides vinculada también el AVC, quien apareció muerta y torturada en Esmeraldas.

El gobierno, no se atribuía ninguna de esas muertes.

¿Cree usted que hubo terrorismo de parte del gobierno como de la guerrilla?

El terrorismo puede ser de derecha o de izquierda, y sí, la población sentía terror no sólo por la guerrilla sino por el gobierno también. Sin embargo, ¿cómo es posible que ahora se intente victimizar a quienes fueron victimarios en aquella época? Quienes robaron bancos, secuestraron, y violaron las leyes de la constitución.

¿Es el informe entonces, una pantalla o estrategia del gobierno de Correa ante la terrible oposición existente?

Puede ser una estrategia, y habría que averiguar por qué la Comisión de la Verdad y el Gobierno traen de vuelta el tema después de veinticinco años. Se lo puede interpretar como una pantalla, ¿qué ganaría el gobierno con todo esto? Sí creo que nos estén distrayendo.

Analizando el tema de manera fría, veinticinco años después, y sin justificar los actos de Febres Cordero, ¿qué habría pasado con nuestro país, si en esos años no se ponía mano dura a los grupos subversivos? ¿Seríamos igual que Colombia?



0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;