CINEMA

EN JULIO

Por: Cinthia Vargas

Días atrás mientras caminaba hacia el MAAC Cine, empecé a recordar a todas aquellas películas que he podido apreciar en dicho lugar. Películas que te hacen reír, llorar o aquellas películas que pueden despertar mil emociones a la vez, que inundan toda la sala de cine y embarcan a los espectadores en una gran aventura cinematográfica muy enriquecedora.

Entre tantos recuerdos de films, recordé uno en especial, y lo tengo tan presente , ya que pertenece a un género que en lo personal no es mi favorito; sin embargo fue realmente una excelente película.

Y como no serlo, si quien la dirigió fue el turco-alemán Fatih Akin, que siempre nos demuestra su interés por contarnos sobre las relaciones intimas, los sentimientos profundos y todo envuelto en un contexto de divergencia cultural. No se trata de la historia; sino más bien de cómo es narrada.

“En Julio” el road movie estrenada en el 2001 producido en formato 35 mm, contada en clave de comedia; donde nos muestra a un par de personajes, cada uno envuelto en su vida; y aparentemente separados culturalmente.

Aquí seguimos muy de cerca a Daniel (Moritz Bleibtreu) un maestro que pronto aprenderá a conocer la vida, tal y como es , fuera de las aulas. Se encontrará en lugares y situaciones en las cuales la autoridad de su profesión no le servirá de nada.

El cruzará un largo camino de Hamburgo a Estambul; siguiendo a una gran locura; mientras es guiado por Julia (Christiane Paul) quien le sacará la venda de los ojos y le mostrará lo bello de salir de la rutina.

Esta singular historia de amor, al parecer para algunos críticos, es extrañamente una película anémica en relación con las demás cintas de Akin ; que siempre nos muestra la cruda realidad de la generación inmigrante; aunque para mi, “En Julio” resulte un encanto de película; imposible no ponerse de pie y aplaudir.

Sonreí recordando esta cinta, entre tanto las luces de la sala de cine empezaban a bajar su intensidad, para dar paso a una nueva película que nos volvería a embarcar en esas emociones, que solo el buen cine pueden despertar.