Por Kherly Castro Godoy
Uno de los atractivos turísticos en la urbe quiteña es el templo de la Compañía de Jesús bañado en oro. Esta iniciativa es organizada por el Municipio de Quito, con el apoyo del Bureau Internacional que también se realizó una selección similar en Madrid y Barcelona.
Esta edificación estuvo a cargo del Padre Nicolás Duran Mastrillo, desde 1605 a 1765. Ha logrado soportar malas temporadas y gracias a su magnífica estructura ha superado todos los obstáculos, muchos de los quiteños piensan que es un milagro de los santos o de la mismísima Marianita de Jesús.
La iglesia cuenta con diferentes estructuras y un órgano tubular cuya música ha acompañado a las largas misas por varios años. Podemos notar es que en la parte más baja de la iglesia; la cripta, se encuentran restos de muertos tan importantes como la primera santa quiteña Mariana de Jesús, sacerdotes y algunos personajes reconocidos por sus grandes obras sociales.
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