30 ago 2010

TELEVISIÓN

LOS SEIS QUE VAN CON TODO
Y en serio van con todo.


Por: Ma. Cisne Guamán

Cada uno desde su respectiva y estratégica ubicación se convierte en el elemento esencial de la combinación perfecta de un exitoso plan televisivo.

El negocio del espectáculo o la llamada "farándula" es el ambiente en donde las personas también conocidas como famosos o celebridades cuya vida privada es objeto de atención de los medios de comunicación, especialmente de la denominada prensa rosa, que se centra en el mundo de los negocios y del espectáculo: las artes escénicas, la música (principalmente la popular), el cine, la televisión, el deporte o la vida social que presente algún tipo de característica destacada o atractiva tanto en lo positivo (riqueza, poder, nobleza, belleza) como en lo negativo (escándalos de naturaleza afectiva, sexual, financiera, vicios, drogadicción, etc.), hasta llegar también a lo morboso y extravagante.


Este concepto Vamos Con Todo lo tiene muy claro. El mundo de la farándula en Ecuador es muy pequeño y la fórmula para hacer un show no es tan difícil de entender y mucho menos de aplicar. Los seis presentadores ejecutan la estrategia, convirtiendo al set en una guillotina si tienes mala suerte, o en un portal para santos si este es un buen día para ti, todo depende de lo que hayas hecho y dicho; si le pegaste a tu mujer y te demandaron por pensión alimenticia aparece el decapitador mayor y “entendido” hasta en justicia divina, él se encargará de hacerte pagar todos tus pecados, gritando, vociferando, amenazando y haciendo que todos sientan su poder intelectual y su influencia sobre este pequeño Guayaquil.


Si lo que hiciste no fue tan grave, si solo dijiste que tú tienes mejores piernas que la “chola de barrio” que canta en otro grupo de la competencia, aquí aparece la pequeña rubia instigadora, ella le dirá a la “chola de barrio” que no puede creer lo que tú acabas de decir, que le sorprende tu comportamiento porque ella te conoce desde siempre y sabe que no eres así, pero no puede quedarse sin saber que piensas de que te hayan dicho “cantantucha de quinta” y “quita marido”……Estos son solo los subtítulos de “chola de barrio”, entendamos que este es otro idioma que solo la pequeña puede traducirnos.

De repente el ambiente se pone carnavalesco y aparece en la pantalla un hermoso espécimen femenino hablando en lenguas, “intentando” opinar sobre el tema pico de la tarde mientras escuchamos un poco de axe, por ahí y es interrumpida por un juego de cámara en el que solo le enfocan las piernas y quizás el pecho, esto no pasa ni en medio minuto, pero asegura un rating de miedo.


No puede faltar la percha humana publicitaria, aquel mujerón que se levanta cada dos minutos para promocionar un pastel o para decir que las cosas no están tan mal en la vida porque tenemos la bendición de contar con un spa en pleno centro de la ciudad, ella es mas conocida como la “caballota”, no porque se parezca algún caballo, sino por ser un ejemplar físico de pura sangre femenino, al menos esa es mi deducción sobre aquel término, ella es muy amable al repetir los criterios de sus compañeros a los televidentes, se preocupa porque no nos perdamos ningún detalle del anunciado “MÁS ADELANTE”, remplazando una que otra palabrita con sinónimos, esperando poder aportar con algo más que no sea lo escrito en su guión de diez líneas publicitarias.

Un hombre con gafas oscuras sentado en una de las esquinas del sofá derecho, intenta calmar las aguas del peligroso río de palabras que entran y salen. “Felipe” como personaje imborrable de nuestras memorias, Oswaldo Segura como presentador y quinto elemento del clan de los “con todo”, apacible, neutral para unos, imperceptible, casi invisible para mí. La cámara se lo come cuando el que opina es el hijo de Lupita, la cámara ni lo nota cuando al que se escucha es al señor Segura. ¿Cuál es la estrategia aquí? ¿Por qué tenerlo?, nada más que por el primer punto, aquí se juegan nuestros mejores recuerdos, lo que en algún momento nos hizo gozar y olvidar de los problemas, como no aceptarlo otra vez si lo reconocemos a simple vista y lo volvemos a amar cuando dice un “por favor” a lo aniñado.

Aquí el último, pero no por eso el menos importante de los personajes. El experimentado, sufrido, vivido o quizás también conejillo de indias al querer subir un par de puntos más en la estadística de rating con un escandalillo de faldas, dimes y diretes. Encontramos a un tipo joven que nos ha hecho saber en más de una ocasión lo dura que fue su vida al pasar por una etapa de adicción y desorden de comportamiento. El punto es apelar a la sensibilidad del televidente, con consejos y experiencias humanas que logren hacer que recapacitemos y rectifiquemos nuestros actos, él sabe que la gente lo escuchará cuando el tema central de la tarde tenga que ver con alguna problemática con la que él se sienta identificado y con derecho absoluto para opinar.

Como ven ellos no son cuatro, son seis y se diferencian entre sí logrando el mismo éxito que los elementos de la materia. A lo mejor con el tiempo son reemplazados, pero nadie puede negar que Vamos Con Todo marcó una diferencia en el lado rosa de la pantalla ecuatoriana, él se convirtió en el padre y precursor de los demás programas que hoy por hoy sintonizamos en nuestros televisores. Puedo llegar a decir que este proyecto de televisión es un mal necesario y no podemos luchar contra lo que existe, en el mundo ya son una industria, en Ecuador son una fuente de dinero y para algunos en el mejor o peor de los casos es entretenimiento, al fin y al cabo solo es eso. Aunque no me guste verlo, en más de una ocasión lo he hecho. Todo depende del que se siente con el control remoto en el sillón de la sala, porque los que van con todo no van a parar.



2 comentarios:

Wes Soto dijo...

Me he reido por las partes comicas que has recalcado y al mismo tiempo la reflexion me ha dejado impactado muy bueno realmente, jamas me ha atrevidoa ver un programa completo de esa nota creo q eresd demasiado valiente para esa nota

EL DELIRIO DEL PARANOICO dijo...

Cuantas ganas tenía de leer algo así... palabras de verdad que confronten a este tipo de programitas que matan la creatividad y fomentan el chisme...

El primero que llega al control es el que manda...

Te felicito...

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