17 nov 2011

LOS TRANSGÉNICOS: DENUNCIAR LO JUSTO


RESUMEN
Los transgénicos han sido objeto de polémica alrededor del mundo por muchos años desde su descubrimiento. Es lamentable la forma en cómo se ha llevado la problemática que apunta a culpables, pero no fundamenta sus acusaciones. La raíz del problema radica en que no hay una correcta divulgación científica sobre qué son los transgénicos y cuál es su utilidad.
Es menester mostrar los dos lados del debate, quienes están a favor y quienes están en contra, para dar una idea real sobre lo que implican estas especies de plantas.  Después de todo, no se puede juzgar lo que no se conoce.

INTRODUCCIÓN
Cuando se escucha la palabra transgénico, muchas veces se piensa en súper alimento.Las personas a menudo no se cuestionan nada al respecto, y continúan consumiendo los mismos alimentos frente al televisor. Nadie sospecha que se tratan de alimentos genéticamente modificados.
Frente a esta sentencia, muchos se alarmaran. No obstante el objetivo no es espantarlos, sino traer su atención a este tema tan polémico y  tan mal  llevado por los medios de comunicación. Hoy la tarea es demostrar que los transgénicos no son el problema, sino la falta de adecuada e imparcial divulgación científica sobre el tema, que ciertamente tiene un trasfondo político.
MARCO TEÓRICO
En primer lugar, los transgénicos no son plantas mutantes. Según la Sociedad Española de Biotecnología (SEBIOT), un transgénico u OMG (Organismos Modificados Genéticamente), es una planta cuyo genoma ha sido modificado mediante ingeniería genética y que, gracias a esta modificación, la planta gana resistencia a las plagas y por lo tanto resulta más productiva que una planta normal.[1]
¿Cuál es la diferencia con una planta normal? Que las especies transgénicas, al tener mayor tamaño y resistencia son más productivas para el sector agrícola. Además, se utilizan para investigaciones científicas relacionadas con procesos de la planta como germinación, adaptación a fenómenos climáticos (sequías y heladas), desarrollo de las flores, etc.
Esta es la utilidad de las plantas transgénicas. No curan ni saciarán el hambre del mundo cómo muchas de las empresas o divulgadores de transgénicos lo profetizan. Pero tampoco se ha comprobado que puedan alterar cambios en la salud de los seres vivos.
Entonces, ¿cuál es la problemática de fondo? Más allá de que si los transgénicos sean buenos o no, existe una avalancha de información parcializada que no orienta adecuadamente a las personas sobre el tema. Este escenario sólo ha traído confusión y concepciones exageradas sobre lo que conocemos de los  OMG.
“Los riesgos de la agricultura biotecnológica se exageran, al no compararlos con los de las técnicas tradicionales, que abusan de plaguicidas y herbicidas. Las organizaciones anti transgénicos anuncian hecatombes y la prensa actúa como amplificador de sus profecías”.[2]
¿Qué dice la contraparte? Cientos de organizaciones ecológicas, encabezadas por Greenpeace, han organizado innumerables campañas en oposición a los transgénicos. Greenpeace aduce que “no se opone a la biotecnología siempre que se haga en ambientes confinados, controlados, sin interacción con el medio”. Aunque reconoce que la biología molecular, que es la ciencia origen de los transgénicos, tiene el potencial para entender la naturaleza y desarrollar la investigación médica, Greenpeace cree que la biotecnología usa al medio ambiente cómo herramienta con intereses comerciales[3].
Una vez más se llega a la ambigüedad de posturas. ¿Cómo puede pretender Greenpeace que la biotecnología desarrolle el potencial que tiene para entender la naturaleza, si no tiene un campo para estudiarla? Es cómo pretender navegar, sin que exista el mar. Simplemente impensable.
Por otro lado está el abuso de las empresas que los producen y monopolizan el mercado, haciendo que los agricultores dependan de sus productos.[4]
CONCLUSIÓN
Hablar de transgénicos realmente es un tema extenso para debatir. Pero más allá de discutir o sentenciar su existencia, es necesario dar a conocer no la polémica, si no su origen. Educar a la población para que esta tenga derecho y bases sobre las cuales fundamentar su opinión, y denunciar lo justo.


[1] Sociedad Española de Biotecnología: Plantas Transgénicas, preguntas y respuestas, Sebiot, España, 2007, p. 69.
[2]Fenoll Carmen; González Fernando. Transgénicos. Serie Debates Científicos. Csic. Catarata,2010, p. 17
[4]LUCAS Kintto (2000) Transgénicos: la fase oculta.ABYA–YALA, 2000, p. 98

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